Bob, un actor norteamericano, viaja a Tokyo para rodar un anuncio de whisky. Los preparativos del rodaje se alargan más de lo previsto y Bob debe pasar unos días en la ciudad y matar el tiempo como pueda. En el bar del hotel donde se aloja conocerá a Charlotte, una joven que también está de paso por el país y que se aburre esperando a su marido, un prometedor fotógrafo que está haciendo un reportaje. Ambos se hacen amigos y deciden explorar la ciudad, dándose cuenta de que su relación no sólo les ayuda a hacer más llevaderos la espera, sino que por primera vez en mucho tiempo han dejado de sentir un vacío en sus vidas.
La segunda película de Sofia Coppola, tras el film de culto Las vírgenes suicidas, consolidó a la directora como uno de los nuevos talentos del cine contemporáneo y le valió un Oscar al Mejor guión.